martes, 4 de noviembre de 2008

EL PIANISTA

No oye nada, sólo su piano. Una joven pareja discute y se ama entre café y café. Las cuatro y media. Un débil haz de luz penetra por una esquina del local. Un anciano relee su periódico como si le fuera la vida en ello. Las cinco y cuarto. Los aromas de la tarde se cuelan entre la ropa de la gente que entra. El sudor empieza a caer sobre las teclas como la lluvia que sacude los cristales y la calle. Movimiento, humo, risas, sonidos de cristal son el marco de la tarde encerrada entre las paredes de aquel local. Las siete y media. Las desgracias y las alegrías del día flotan en el aire sin que nadie repare en ello. Sólo el pianista parece saber que existen porque se deslizan entre sus dedos. La noche. Luces, sombras, aromas, murmullos... Todo, un nudo mundano. Él no oye nada, sólo su piano.

1 comentario:

MOON dijo...

Desconozco si tocas algun instrumento....por "El pianista" apostaría que si...Músico, instrumento y melodía constituyen una mezcla impenetrable a cualquier otra realidad.

Saludos

P.D.- Me encanta leerte